Con tu aspiradora o tu carro de limpieza, te aseguras de que el polvo y la suciedad desaparezcan para siempre. El personal asistencial y los residentes siempre se alegran de volver a verte. Quitas el polvo, friegas el pasillo, vacías las papeleras y limpias los aseos. 
En este puesto, trabajarás como trabajador flexible. Serás responsable de varios locales (pequeños) de nuestro cliente. Por ello, es importante que dispongas de vehículo propio.

Además de ser una persona que limpia, también es una mano que ayuda y un oído que escucha. ¿Sostener la puerta abierta para alguien en silla de ruedas, charlar con alguien que quiere desahogarse o esperar para limpiar porque hay familiares de visita? Tienes un buen sentido de lo que ocurre, lo que te convierte en un gran apoyo para los cuidadores, los residentes y sus seres queridos. Para prepararte bien para tu tarea, empezarás con un programa de iniciación de dos meses en el que aprenderás todas las partes del trabajo. Y si después de eso sigues teniendo preguntas, siempre puedes ponerte en contacto con un colega experimentado o con el Jefe de Equipo.